"Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que lo aman". 1 Cor. 2:9. 301
LA ESCUELA DEL MÁS
ALLÁ.
"Verán su rostro, y su nombre estará en sus
frentes". Apoc. 22:4.
EL CIELO es una escuela; su campo de estudio, el universo; su
maestro, el Ser infinito. En el Edén fue establecida una filial de esa escuela
y, una vez consumado el plan de redención, se reanudará la educación en la
escuela del Edén.
"Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman".*1 Cor. 2:9.
Sólo por medio de su
Palabra se puede obtener el conocimiento de estas cosas, y aún así se obtiene
sólo una revelación parcial.
El
profeta de Patmos describe así la sede de la escuela futura: "Vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la
primera tierra pasaron... Y yo Juan
vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta
como una esposa ataviada para su marido". Apoc. 21:1,2. "La ciudad no tiene necesidad de sol
ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el
Cordero es su lumbrera". *Apoc. 21:23.
Entre la escuela establecida al principio en el Edén y la escuela futura, se extiende todo el período de la historia de este mundo, historia de la transgresión y el sufrimiento humano, del sacrificio divino 302 y de la victoria sobre la muerte y el pecado.
En la escuela de la vida futura no se hallarán, todas las
condiciones de la primera escuela del Edén. Ningún árbol del conocimiento del
bien y del mal ofrecerá oportunidad a la tentación. No hay allí tentador ni
posibilidad de injusticia. Todos los caracteres habrán resistido la prueba
del mal, y habrán dejado de ser susceptibles a su poder.
"Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios". *Apoc. 2:7.
La
participación del árbol de la vida en el Edén era condicional, y finalmente fue
suprimida. Pero los dones de la vida
futura son absolutos y eternos.
El profeta contempla "un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero". "Y, a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida". "Y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron". *Apoc. 22:1,2; 21:4.
"Y tu pueblo, todos ellos serán justos, Para siempre
heredarán la tierra; Renuevos de mi plantío, Obra de mis manos, Para
glorificarme". *Isa. 60:21.
Facultado otra vez para comparecer ante Dios, el
hombre volverá a recibir enseñanza de él, como al principio: "Por
tanto, mi pueblo sabrá mi nombre por esta causa en aquel día; porque yo mismo
que hablo, he aquí estaré presente". *Isa. 52:6. "He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con
ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios".
*Apoc. 21:3. 303
"Estos
son los que han salido de la gran tribulación, y
han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. Por
esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo...
Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor
alguno; porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los
guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de
ellos". *Apoc. 7:14-17.
"Ahora vemos por
espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a
cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido".
*1 Cor. 13:12. "Verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes".
*Apoc. 22:4.
¡Qué campo se abrirá allí a nuestro estudio cuando se descorra el velo que oscurece nuestra vista, y nuestros ojos contemplen ese mundo de belleza del cual ahora tenemos apenas vislumbres por medio del microscopio!
¡Cuando contemplemos las glorias de los cielos estudiados ahora por medio del telescopio!
¡Cuando, borrada, la mancha del pecado, toda la tierra aparezca en "la
hermosura de Jehová nuestro Dios"!
Allí el estudioso de la ciencia podrá leer los informes de la creación sin
hallar señales de la ley del mal. Escuchará la música de las voces de la
naturaleza y no descubrirá ninguna nota de llanto ni voz de dolor. En todas
las cosas creadas descubrirá una escritura, en el vasto universo
contemplará "el nombre de Dios escrito en grandes caracteres" y ni en
la tierra, ni en el mar, ni en el cielo quedará señal del mal.
Allí se vivirá la vida edénica, la vida
que transcurrirá en el jardín y el campo. "Edificarán casas, y morarán en ellas; plantarán viñas, y
comerán el frutó de ellas. No edificarán para que otro habite, ni 304 plantarán
para que otro coma; porque según los días de los árboles serán los días de mi
pueblo y mis escogidos disfrutarán la obra de sus manos." *Isa. 65:21,22.
No habrá nada que dañe ni destruya "en todo mi santo monte, dijo
Jehová". *Isa. 65:25.
Allí el hombre
recobrará su perdida dignidad
real y los seres inferiores reconocerán su supremacía; los fieros se tornarán
mansos y los tímidos, confiados.
Se ofrecerán
al estudiante una historia de
alcance infinito y de riqueza inefable. Aquí, desde la posición ventajosa que
le ofrece la Palabra de Dios, el estudiante logra una perspectiva del vasto
campo de la historia, y puede obtener algún conocimiento de los principios que
rigen el curso de los sucesos humanos. Pero su visión está aún empeñada y su
conocimiento es incompleto. No verá claramente las cosas hasta que esté a la
luz de la eternidad.
Entonces se
abrirá ante su vista el
desarrollo del gran conflicto que se originó antes que empezara el tiempo y que
no acabará hasta que termine. Será evidente la historia del comienzo del
pecado; de la fatal mentira y su perversa obra; de la verdad que, sin desviarse
de lo recto, ha hecho frente al error y lo ha vencido. Será descorrido el velo
que se interpone entre el mundo visible y el invisible y se revelarán cosas
maravillosas.
Sólo cuando se vean a la luz de la eternidad las
providencias de Dios, comprenderemos lo que debemos al cuidado y la intercesión de sus ángeles. Los seres celestiales han desempeñado una
parte activa en los asuntos de los hombres. Han aparecido con ropas tan
brillantes como relámpago; se han presentado como hombres, bajo la apariencia
de viajeros. Han aceptado la hospitalidad ofrecida por hogares 305 terrenales;
han actuado como guías de viandantes extraviados. Han frustrado el propósito
del ladrón y desviado el golpe del destructor.
Aunque los
gobernantes de este mundo lo ignoren, a menudo los ángeles han hablado en sus concilios. Los han contemplad
o los ojos humanos. Los oídos humanos han escuchado sus pedidos. En tribunales
y cortes de justicia, los mensajeros celestiales han defendido la causa de los
perseguidos y oprimidos. Han desbaratado propósitos y detenido males que
hubieran causado oprobio y sufrimiento a los hijos de Dios. Todo esto se
revelará a los alumnos de la escuela celestial.
Todo redimido comprenderá la obra de los ángeles en su
propia vida. ¡Qué sensación le producirá conversar
con el ángel que fue su guardián desde el primer momento, que vigiló sus pasos
y cubrió su cabeza en el día de peligro que estuvo con él en el valle de la
sombra de muerte, que señaló su lugar de descanso, que fue el primero en
saludarlo en la mañana de la resurrección, y conocer por medio de él la
historia de la intervención divina en la vida individual, de la cooperación
celestial en toda obra en favor de la humanidad!
Entonces serán aclaradas todas las perplejidades de la
vida. Donde a nosotros nos pareció ver sólo confusión y desilusión, propósito
quebrantados y planes desbaratados, se verá un propósito grandioso, dominante,
victorioso, y una armonía divina.
Allí, todos los que obraron con espíritu abnegado verán el fruto de sus
labores. Se verá el
resultado de la aplicación de cada principio recto y la realización de toda
acción noble. Algo de ello vemos ahora. Pero, ¡cuán poco del resultado de la
obra más noble del mundo llega a ver en esta vida el, que 306 la hace! ¡Cuántos
trabajan abnegada e incansablemente por los que pasan más allá de su alcance y
conocimiento!
Los padres y maestros caen en su último sueño con la, sensación
de que ha sido fútil la obra de su vida; no saben que su fidelidad ha abierto
manantiales de bendición que nunca dejarán de fluir; sólo por la fe ven a los
hijos que han criado transformarse en una bendición e inspiración para sus
semejantes, y ven multiplicarse mil veces su influencia.
Más de un obrero envía al mundo mensajes de fortaleza,
esperanza y valor, palabras portadoras de bendición para los habitantes de
todos los países. Mas él poco sabe de los resultados mientras trabaja en la
oscuridad y la soledad. Así se hacen dádivas, se llevan responsabilidades y se
hace la obra.
Los hombres siembran la semilla de la cual, sobre sus sepulcros, otros
cosechan en abundancia. Plantan árboles para que otros coman sus frutos. Se
contentan aquí con saber qué han puesto en acción instrumentos benéficos. En el
más allá se verá los resultados.
En el cielo se guarda un registro de todo don otorgado por Dios, que ha inducido a los hombres a hacer
esfuerzos abnegados. Uno de los estudios y las
recompensas de la escuela celestial consistirá en descubrir esto
en toda su amplitud, contemplar a los que por nuestros esfuerzos han sido
elevados y ennoblecidos, y
ver en su historia los frutos de la aplicación de los principios
verdaderos.
Allí conoceremos
como somos conocidos. Allí hallarán un
empleo más dulce y verdadero el amor y las simpatías que Dios ha implantado en
él alma. La comunión pura con seres
celestiales, la armoniosa vida social con los
ángeles bienaventurados y los fieles de todas las épocas, el vínculo sagrado
que une "toda la familia en los cielos, y en la tierra", todas estas
cosas se cuentan entre las experiencias del más allá. 307
Habrá allí música y canto tales como, salvo en las
visiones de Dios, ningún mortal, ha oído ni concebido ninguna mente. Y "habrá cantores y tañedores en
ella". "Estos alzarán su voz, cantarán gozosos por la grandeza de
Jehová". * Sal. 87:7; Isa. 24:14.
"Ciertamente consolará Jehová a
Sion; consolará todas sus
soledades, y cambiará su desierto en paraíso, y su soledad en huerto de Jehová;
se hallará en ella alegría y gozo alabanza y voces de canto". *Isa. 51:3.
Allí se
desarrollará toda facultad y toda aptitud aumentará. Se
impulsarán las mayores empresas, se lograrán las más elevadas
aspiraciones y se realizarán las mayores ambiciones. Y aún se levantarán nuevas alturas a las cuales llegar,
nuevas maravillas que admirar, nuevas verdades que comprender nuevos, objetos
que despertarán las facultades del cuerpo la mente y el alma.
Todos los tesoros del universo serán abiertos al estudio de los hijos de Dios. Entraremos con inefable deleite en el gozo y en la sabiduría de los seres no caídos. Compartiremos los tesoros ganados durante siglos y siglos pasados en la contemplación de la obra de Dios.
Y los años de la eternidad, a medida que
transcurran, seguirán ofreciendo revelaciones más gloriosas. "Mucho más abundantemente de lo que
pedimos o entendemos" *Efes. 3:20, será para siempre la munificencia
de Dios para otorgar sus dones. "Sus
siervos le servirán". *Apoc. 22:3.
La vida en la tierra es el comienzo de
la vida en el cielo; la educación en la tierra es una iniciación en los
principios del cielo; la obra de la
vida aquí es una preparación para la obra de la vida allá. Lo que somos ahora en carácter y
servicio santo es el símbolo seguro de lo que seremos entonces.
"El Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir". *Mt. 20:28.
La obra de
Cristo en la tierra es su obra en el cielo, y la recompensa, que 308
recibiremos por trabajar para él en este mundo será el mayor poder y el más
amplio privilegio de trabajar con él en el mundo venidero.
"Vosotros, pues, sois mis testigos, dice Jehová, que yo soy Dios". *Isa. 43:12.
¡Esto
también seremos en la eternidad!
¿Por qué se
permitió que el gran conflicto se prolongara por tantos siglos? ¿Por qué no se
suprimió la existencia de Satanás al comienzo mismo de su rebelión?
Para que el universo se convenciera de la justicia de Dios en su trato con el mal; para que el pecado recibiese condenación eterna. En el plan de salvación hay alturas y profundidades que la eternidad misma nunca podrá agotar, maravillas que los ángeles desearían escrutar. De todos los seres creados, sólo los redimidos han conocido por experiencia el conflicto real con el pecado; han trabajado con Cristo y, cosa que ni los ángeles podrían hacer, han participado de sus sufrimientos.
¿No tendrán acaso algún testimonio
acerca de la ciencia de la redención, algo que sea de valor para los seres no
caídos?
Aún ahora es "dado a conocer"
"Por medio de la iglesia", "a los principados y potestades en los
lugares celestiales, la multiforme sabiduría de Dios". Y "juntamente
con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales... para mostrar en los siglos venideros las
abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo
Jesús". Efes. 3:10; 2:6,7.
"En su templo todo proclama su gloria"
*Sal. 29:9, el canto que
cantarán los redimidos, el canto de su experiencia, declarará la gloria de
Dios: "Grandes y maravillosas son
tus obras, Señor Dios Todopoderoso; 309 justos y verdaderos son tus caminos,
Rey de los santos. ¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? Pues
sólo tú eres santo". *Apoc. 15:3,4.
En nuestra vida terrenal, aunque
restringida por el pecado, el mayor gozo y la más elevada educación se encuentran
en el servicio.Y en la vida futura,
libre de las limitaciones de la humanidad pecaminosa, hallaremos nuestro mayor gozo y nuestra más elevada educación en el
servicio: Dando testimonio, y mientras lo hacemos aprendiendo de nuevo
acerca de "las riquezas de la
gloria de este ministerio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la
esperanza de gloria". *Col. 1:27.
"Aún no se ha manifestado lo que hemos de ser;
pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le
veremos tal como él es". *1Juan 3:2.
Cristo contemplará entonces su recompensa en los
resultados de su obra, en aquella gran multitud que nadie
podrá contar, presentada "sin
mancha delante de su gloria con gran alegría". *Judas 24.
Aquel cuya sangre nos ha redimido y cuya
vida ha sido para nosotros una enseñanza, "verá
el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho". *Isa. 53:11.
(La
Educación de Elena G de White)
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