martes, 18 de agosto de 2020

07D. LA RELACIÓN DE LA INDUMENTARIA CON LA EDUCACIÓN. (LA EDUCACIÓN - LA EDIFICACIÓN DEL CARÁCTER) EGW.

D. LA RELACIÓN DE LA INDUMENTARIA CON LA EDUCACIÓN.

"Se atavíen de ropa decorosa". "Toda gloriosa es la hija del rey en su morada". 1Tim. 2:9; Sal. 45:13.

NO PUEDE ser completo ningún sistema de educación que no enseñe principios sanos en cuanto a la indumentaria. Si carece de esa enseñanza, la obra de la educación a menudo se estanca y se pervierte.   

El amor a los vestidos y la devoción a la moda 
se cuentan entre los más formidables rivales 
y los obstáculos más efectivos del maestro.

LA MODA Es Una Ama Que Gobierna Con Mano De Hierro. 

EN MUCHISIMOS HOGARES Sus Exigencias Absorben La Fuerza, 

El Tiempo Y La Atención De Padres E Hijos.

 LOS RICOS tienen la ambición de superarse unos a otros al seguir sus estilos siempre cambiantes; 

LA CLASE MEDIA Y LOS POBRES se esfuerzan por aproximarse a la norma establecida por los que suponen superiores. 

DONDE los medios o la fuerza son limitados, y es grande la ambición de pertenecer a la clase social superior, la carga resulta casi insoportable.

A muchas personas no les importa que un vestido sea sentador o hermoso; 

si la moda cambia, lo reforman o lo desechan. 

LOS MIEMBROS de la familia están condenados a trabajar incesantemente. No tienen tiempo para educar a los niños, Orar o Estudiar la Biblia, ni ayudar a los pequeños a conocer a Dios por medio de sus obras. 247

NO TIENEN TIEMPO NI DINERO para hacer obras de caridad, y con frecuencia la provisión de su mesa es escasa. 

ELIGEN MAL el alimento y lo preparan precipitadamente, para satisfacer sólo en parte las demandas del organismo. 

EL RESULTADO es la adquisición de malos hábitos de alimentación que causan enfermedades o conducen a la intemperancia. 

EL AMOR A LA OSTENTACION produce extravagancia y en muchos jóvenes mata la aspiración a llevar una vida más noble. 

EN VEZ de esforzarse por obtener una educación, pronto consiguen un empleo para ganar dinero y satisfacer la pasión por los vestidos. Y esta pasión conduce a más de una joven a la ruina. 

En Muchos Hogares los recursos de la familia resultan insuficientes. 

El Padre, incapaz de satisfacer las demandas de la madre y los hijos, se siente tentado a proceder con deshonestidad, y el resultado también es la ruina y la deshonra.

NI Siquiera El Día De Descanso y los cultos se libran del dominio de la moda. Por el contrario, proporcionan la oportunidad para el mayor despliegue de su poder. 

LA IGLESIA se transforma en una especie de desfile de modas, 

y se estudian éstas más que el sermón. 

Los pobres, incapaces de responder a las demandas de la moda, permanecen fuera de la iglesia. 

El día de descanso transcurre en la ociosidad y, para la juventud, con frecuencia en compañías desmoralizadoras. 

EN LA ESCUELA, el vestido inapropiado e incómodo incapacita a las niñas para el estudio o la recreación. Sus mentes están preocupadas, y es tarea difícil para quien enseña despertar su interés. 

PARA romper el encanto de la moda, el maestro no encuentra a menudo medio más eficaz que el contacto con la naturaleza.  

GUSTEN los alumnos la delicia de estar junto a un río, un lago o el mar; trepen por las colinas, contemplen la gloria de la puesta del sol, y exploren los tesoros del bosque 248 el campo; conozcan el placer de cultivar plantas y flores, y la importancia de una cinta o un adorno superfluo les resultará insignificante. 

Hágase ver a los niños que en la indumentaria, lo mismo que en el régimen alimentarlo, 

La Vida Sencilla es Indispensable para el pensamiento elevado. 

Hágaseles ver cuánto hay que aprender y hacer; cuán preciosos son los días de la juventud como preparación para la obra de la vida. 

Ayúdeseles a descubrir los tesoros que hay en la Palabra de Dios, en el libro de la naturaleza y en las historias de las vidas nobles. Diríjanse sus mentes a los dolientes que podrían aliviar.

 Ayúdeseles a ver que por cada peso derrochado en lujos, el que lo gasta se priva de medios de alimentar al hambriento, vestir al desnudo y consolar al afligido. 

No pueden permitirse desperdiciar las gloriosas oportunidades de la vida, para atrofiar la mente, arruinar la salud y la felicidad, por obedecer mandatos que no tienen fundamento en la razón, la comodidad ni la elegancia. Al mismo tiempo debería enseñarse a los jóvenes a aprender esta lección de la naturaleza: 

"Todo lo hizo hermoso en su tiempo". *Ecles. 3:11.

En el vestido, lo mismo que en todas las demás cosas, 

Tenemos el privilegio de honrar a nuestro Creador. 

No sólo desea que éste sea limpia, y saludable, sino apropiado y sentador. Se juzga el carácter de una persona por el estilo de su vestido. 

El gusto refinado y la mente cultivada se revelarán en la elección de atavíos sencillos y apropiados. 

La casta sencillez en el vestir, unida a la modestia de la conducta, ejercerá una decisiva influencia para rodear a una joven de una atmósfera de reserva sagrada, que a su vez será para ella un escudo contra miles de peligros. 249

Enséñese a las niñas

 que el arte de vestir incluye 

la habilidad de confeccionar

 sus propios vestidos. 

Toda joven debería albergar esta ambición.

 Es un medio para lograr Utilidad e Independencia 

que no puede permitirse desperdiciar.

Es justo amar la belleza y desearla; pero Dios desea que primero amemos y busquemos la belleza superior, imperecedera. Las producciones más descollantes del ingenio humano no poseen belleza alguna que pueda compararse a la hermosura de carácter que a su vista es de "gran precio".

Enséñese a los jóvenes y niños a escoger para sí la vestidura real tejida en el telar del cielo, el "lino fino, limpio... resplandeciente" *Apoc. 19:8. que usarán todos los santos de la tierra. Se ofrece gratuitamente a todo ser humano esta vestidura, el carácter inmaculado de Cristo. Pero todos los que la reciban la han de recibir y usar aquí. 

Enséñese a los niños que al abrir la mente a los pensamientos puros y amantes, y al hacer algo útil y amable, se visten con el hermoso atuendo del carácter de Cristo. Ese traje les dará hermosura e influirá para que sean amados aquí, y más adelante será su título de admisión al palacio del Rey.  Su promesa es: "Andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignos". *Apoc. 3:4. (La Educación) EGW 250


07C. LOS MODALES. (LA EDUCACIÓN - LA EDIFICACIÓN DEL CARÁCTER) EGW.

C. LOS MODALES.

"El amor no hace nada indebido". 1 Cor. 13:5.

POCO se Aprecia el Valor de la Cortesía. Muchos cuyos corazones son bondadosos, tienen modales que carecen de bondad. Muchos que inspiran respeto por su sinceridad y rectitud, están tristemente desprovistos de afabilidad. Esta falla malogra su propia felicidad, y reduce su servicio en favor de los demás.

 LOS DESCORTESES sacrifican muchas de las experiencias más dulces y beneficiosas de la vida, con frecuencia debido a su falta de reflexión.

LA ALEGRIA Y LA CORTESIA

LOS PADRES Y MAESTROS deberían cultivar especialmente la alegría y la cortesía. Todos pueden poseer un rostro feliz, una voz suave y modales corteses; y éstos son elementos poderosos. Los niños se sienten atraídos por los modales alegres y animosos. Si los tratan con bondad y cortesía, manifestarán el mismo espíritu hacia ustedes y entre sí.

NO SE APRENDE la verdadera cortesía solamente practicando las reglas de urbanidad. 

EN TODO MOMENTO debe observarse un comportamiento adecuado; Dondequiera que no haya que transigir con los principios, la consideración hacia los demás inducirá a adaptarse a costumbres aceptadas; pero la Verdadera Cortesía no requiere el sacrificio de los principios en aras de los convencionalismos sociales. 

NO SABE DE CASTAS. Enseña el respeto propio, el respeto a la dignidad del hombre en su calidad de tal, y la consideración hacia todo miembro de la gran confraternidad humana. 241

EXISTE EL PELIGRO de concederle demasiado valor a la mera forma y a los modales, y dedicar demasiado tiempo a la educación en este aspecto. La Vida de esfuerzo persistente requerida de todo joven, el trabajo duro y a menudo desagradable que requieren incluso los deberes comunes de la vida, y mucho más cuando se trata de aligerar la pesada carga de ignorancia y desgracia del mundo, le dejan poco lugar a los convencionalismos.

MUCHOS de los que le dan mucha importancia a la urbanidad, manifiestan poco respeto por todo lo que, por excelente que sea, no concuerda con su norma artificial de conducta. Esto es falsa educación. Fomenta el orgullo y una actitud de crítica, como asimismo un estrecho exclusivismo.

LA ESENCIA DE LA VERDADERA CORTESIA es la consideración hacia los demás.

LA EDUCACION Esencial Y Duradera es la que amplía el ámbito de la simpatía, y estimula la bondad hacia todo el mundo. 

LA PRETENDIDA CULTURA que no induce al joven a ser comedido con sus padres, a apreciar sus buenas cualidades, a ser tolerante con sus defectos y solícito con sus necesidades; que no lo mueve a ser considerado y afectuoso, a ser generoso y útil con el joven, el anciano y el desafortunado, y cortés con todos, Es Un Fracaso.

EL VERDADERO REFINAMIENTO SOLO SE APRENDE CON CRISTO

SE APRENDE MAS acerca del verdadero refinamiento del pensamiento y los modales en la escuela del divino Maestro, que por la observancia de reglas establecidas. 

SU AMOR, al llenar el corazón, da al carácter esos toques de refinamiento que lo asemejan al suyo. Esta educación imparte una dignidad nacida en el cielo y una noción clara de lo que es correcto. Da una dulzura al carácter y una suavidad a los modales que jamás podrá igualar el barniz superficial de la sociedad elegante.

LA BIBLIA OTRO DE LOS MEDIOS DE APREDIZAJE DE LA CORTESIA

LA BIBLIA prescribe la cortesía y presenta muchas ilustraciones del espíritu abnegado, la gracia amable 242 y el genio atractivo, que caracterizan la verdadera cortesía. 

Son sólo reflejos del carácter de Cristo. 

DE él proceden toda la ternura y la cortesía verdaderas del mundo, aún la de los que no invocan su nombre. Y él desea que estas características se reflejen perfectamente en sus hijos. Su propósito es que en nosotros contemplen los hombres su belleza.

EL MAS VALIOSO tratado acerca de la cortesía que jamás se haya escrito, es la preciosa instrucción dada por el Salvador, mediante la manifestación del Espíritu Santo por medio del apóstol Pablo, palabras que -deberían ser grabadas indeleblemente en la memoria de todo ser humano, joven o anciano:

"Como yo os he amado, 

que también os améis unos a otros".

 Juan 13:34. 

"El amor es sufrido, es benigno; 

El amor no tiene envidia, 

El amor no es jactancioso, 

No se envanece; 

No hace nada indebido,

 No busca lo suyo, 

No se irrita, 

no guarda rencor; 

No se goza de la injusticia, 

Mas se goza de la verdad. 

Todo lo sufre, 

todo lo cree, 

Todo lo espera, 

todo lo soporta. 

El amor nunca deja de ser". 

1 Cor. 13:4-8. 

LA REVERENCIA

OTRO DON PRECIOSO que debería ser cuidadosamente cultivado es la reverencia. 

LA VERDADERA REVERENCIA hacia Dios tiene su origen en la comprensión de su infinita grandeza, y en la sensación de su presencia. 

EL CORAZON DE TODO NIÑO debería ser profundamente impresionado por esta presencia del Invisible. 

DEBERIA enseñarse al niño a considerar sagrados la hora y el 243 lugar de la oración y los cultos públicos, porque Dios está en ellos. 

Y AL MANIFESTAR REVERENCIA en la actitud y la conducta, el sentimiento que lo inspire se profundizará. 

CONVENDRIA tanto a los jóvenes como a los ancianos estudiar, meditar y a menudo repetir las palabras de la Santa Escritura que explican cómo debería considerarse el lugar señalado por la presencia especial de Dios.

"Y dijo: No te acerques; quita calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es". *Ex. 3:5. 

JACOB, después de contemplar la visión de los ángeles, exclamó: "Ciertamente Jehová está en este lugar y yo no lo sabía... No es otra cosa que casa de Dios, y puerta del cielo". Gen. 28:16,17. 

"MAS Jehová está en su santo templo; calle delante de él toda la tierra". *Hab. 2:20. 

"PORQUE Jehová es Dios grande, Y Rey grande sobre todos los dioses... Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor". "El no hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado. Entrad por sus puertas con acción de gracias, Por sus atrios con alabanza; Alabadle, bendecid su nombre". *Sal. 95:3,6; 100:3,4.

TAMBIEN También se debería manifestar REVERENCIA hacia EL NOMBRE DE DIOS. 

NUNCA se lo debiera pronunciar a la ligera o con indiferencia. 

HASTA en la Oración habría que evitar su repetición frecuente o innecesaria.

"SANTO y Temible Es Su Nombre". *Sal. 111:9. 

LOS ÁNGELES, al pronunciarlo, cubren sus rostros.

¡Con cuánta reverencia deberíamos pronunciarlo

 nosotros que somos caídos y pecadores! 244 

TENDRIAMOS que reverenciar la Palabra de Dios. 

DEBERIAMOS manifestar respeto

 por cada ejemplar de ella

 no darle usos comunes 

ni manejarlo descuidadamente. 

NUNCA se Debería citar la Escritura en Broma, 

ni usada para decir un chiste. 

"Toda palabra de Dios es limpia". 

"Como plata refinada en horno de tierra,

 purificada siete veces". *Prov. 30:5; Sal. 12:6.

SOBRE TODO se debería enseñar a los niños 

que la verdadera reverencia se manifiesta

 por medio de la obediencia. 

NADA de lo que Dios ha ordenado carece de importancia y no hay otra manera de manifestar reverencia que tanto le agrade como la obediencia a lo que él ha dicho.

RESPETO A LOS REPRESENTANTES DE DIOS 

SE DEBERIA reverenciar a los representantes de Dios: 

Pastores, Maestros y Padres

llamados a hablar y actuar en su lugar.

 Se honra a Dios cuando se manifiesta respeto por ellos. 

RESPETO A LOS ANCIANOS

Y Dios ha mandado especialmente que se manifieste tierno respeto hacia los ancianos. 

"Corona de honra es la vejez que se halla en el camino de justicia ". *Prov. 16:31.

HABLA DE BATALLAS que se libraron y victorias que se ganaron; de responsabilidades que se asumieron y de tentaciones que se resistieron, Habla de pies cansados que se acercan al descanso, de puestos que pronto quedarán vacantes. 

AYUDESE a los Niños a Pensar en esto, y entonces allanarán el camino de los ancianos mediante su cortesía y su respeto, y añadirán gracia y belleza a sus jóvenes vidas si prestan atención a este mandato: "Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano". *Lev. 19:32.

LOS PADRES, las madres y los maestros necesitan apreciar más plenamente la responsabilidad y el honor que Dios les ha conferido al hacerlos, con respecto al niño, sus propios representantes. 

EL CARACTER 245 que manifiesten en su conducta de todos los días, le servirá al niño para interpretar, para bien o para mal, estas palabras de Dios: "Como el padre se compadece de los hijos, se compadece Jehová de los que le temen". "Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros". *Sal. 103:13; Isa. 66:13. 

FELIZ EL NIÑO en quien estas palabras despiertan amor, gratitud y confianza; para quien la ternura, la justicia y la tolerancia de los padres y el maestro interpretan el amor, la justicia y la tolerancia de Dios; el Niño que, por la confianza, la sumisión y la reverencia hacia sus protectores terrenales aprende a confiar, obedecer y reverenciar a su Dios. Aquel que imparte al niño o al alumno semejante don, lo dota de un tesoro más precioso que la riqueza de todos los siglos: Un tesoro tan duradero como la eternidad. 246                             (La Educación de Elena G de White)


07B. MÉTODOS DE ENSEÑANZA. (LA EDUCACIÓN - LA EDIFICACIÓN DEL CARÁCTER) EGW.

B.- MÉTODOS DE ENSEÑANZA.

"Para dar sagacidad a los simples, y a los jóvenes inteligencia y cordura" Sal. 1:4.

Durante siglos la educación ha dependido en extenso grado de la memoria. Esta facultad ha sido sobrecargada hasta lo sumo, y no se han desarrollado paralelamente las demás facultades. 

Los estudiantes han ocupado su tiempo en almacenar trabajosamente en la memoria una cantidad de conocimientos, muy pocos de los cuales iban a poder utilizar finalmente. El cerebro recargado con lo que no puede digerir ni asimilar, por fin se debilita, no puede realizar un esfuerzo vigoroso y serio, y se conforma con depender del criterio y el discernimiento de los demás.

Al verificar los malos resultados de este método, algunos se han ido al otro extremo. Según su parecer el hombre sólo necesita desarrollar lo que está dentro de él. Semejante educación fomenta la presunción en el estudiante, y lo aparta de la fuente del conocimiento y el poder verdaderos.

La educación que consiste en adiestrar la memoria y tiende a desalentar la reflexión personal, ejerce una influencia moral que se aprecia demasiado poco. Al renunciar el estudiante a la facultad de razonar y juzgar por sí mismo, se incapacita para distinguir la verdad y el error, y es fácil presa del engaño. No cuesta inducirlo a seguir la tradición y la costumbre. 231

Es un hecho sumamente ignorado, pero no por eso menos peligroso, que el error rara vez se presenta tal como es. Logra aceptación mezclado o ligado a la verdad. El comer del árbol del conocimiento del bien y del mal causó la ruina de nuestros primeros padres, y la aceptación de una, mezcla de bien y de mal es la causa de la ruina de los seres humanos de hoy día. La mente que depende del criterio de otros se extraviará tarde o temprano.

La facultad de distinguir entre lo bueno y lo malo sólo se puede obtener mediante la dependencia individual del Señor. Cada uno debe aprender por si mismo de Dios, mediante su Palabra. Se nos dio la razón para que la usáramos, y el Altísimo desea que lo hagamos. 

"Venid. . . y estemos a cuenta"*Isa. 1:18, nos dice. Si confiamos en él podemos tener sabiduría para "desechar lo malo y escoger lo bueno". *Isa. 7:15; Sant. 1:5.

EN TODA ENSEÑANZA VERDADERA, es esencial la relación personal. 

Al Enseñar, Cristo trató individualmente con los hombres. Educó a los doce por medio del trato y la asociación personales. Sus más preciosas instrucciones las dio en privado, y con frecuencia a un solo oyente. Reveló sus más ricos tesoros al honorable rabino en la entrevista nocturna celebrada en el Monte de los Olivos, y a la mujer despreciada, junto al pozo de Sicar, porque en esos oyentes percibió un corazón sensible, una mente abierta, un espíritu receptivo. 

Ni siquiera la muchedumbre que con tanta frecuencia seguía sus pasos era para Cristo una masa confusa de seres humanos. Hablaba y exhortaba en forma directa a cada mente, y se dirigía a cada corazón. 

Observaba los rostros de sus oyentes, veía cuando se iluminaban, notaba la mirada rápida y de comprensión que revelaba el hecho de que la verdad había llegado al alma, y su corazón vibraba en respuesta con gozosa simpatía. 232 

Cristo se percataba de las posibilidades que había en todo ser humano. No se dejaba impresionar por una apariencia poco promisoria o un ambiente desfavorable. Llamó a Mateo cuando estaba en el banco de los tributos, y a Pedro y sus hermanos les pidió que dejaran el bote del pescador para que aprendieran de él.

En La Obra Educativa De Hoy se necesita prestar el mismo interés personal y la misma atención al desarrollo individual. 

Muchos jóvenes que aparentemente no son promisorios, están ricamente dotados de talentos que no usan. Sus facultades permanecen ocultas a causa de la falta de discernimiento de sus educadores. En más de un muchacho o una niña exteriormente tan desprovisto de atractivos como una piedra sin pulir, se hallaría material precioso que resistiría la prueba del calor, la tormenta y la presión.

El verdadero educador, teniendo presente lo que pueden llegar a ser sus alumnos, reconocerá el valor del material con el cual trabaja. Sentirá interés personal por cada alumno y tratará de desarrollar todas sus facultades. Por imperfecto que sea, se estimulará todo esfuerzo hecho por armonizar con los principios justos.

Se debería enseñar a cada joven la necesidad y el poder de la Aplicación. 

El éxito depende mucho más de esto que del genio o el talento. Sin aplicación valen poco los más brillantes dones, mientras que con esfuerzos debidamente dirigidos, las personas de habilidades naturales comunes han hecho maravillas. Y el genio, cuyos adelantos nos asombran, casi invariablemente va unido al esfuerzo incansable y concentrado.

Debería enseñarse a los jóvenes a proponerse el desarrollo de todas las facultades, tanto de las más débiles como de las más fuertes. Muchos están inclinados a limitar el estudio a ciertos ramos por los cuales sienten una afición natural. Se debería evitar 233 este error. Las aptitudes naturales indican en qué dirección se va a orientar la obra de la vida y, cuando son legítimas, deberían ser cuidadosamente cultivadas. Al mismo tiempo debe tenerse presente que un carácter equilibrado y un trabajo eficiente en cualquier ramo dependen, en extenso grado, del desarrollo simétrico que es el resultado de una educación completa.

El maestro debería tener constantemente por meta la sencillez y la eficiencia

Debería enseñar principalmente con ilustraciones y, aún al tratar con alumnos mayores, 

debería tener cuidado de que todas sus explicaciones sean claras y sencillas. 

Muchos alumnos de más edad son niños en entendimiento.

El ENTUSIASMO es un elemento importante de la obra educativa. 

En cuanto a esto, la observación hecha una vez por un celebrado actor contiene una útil sugerencia.

El arzobispo de Canterbury le había preguntado por qué los actores al representar una comedia impresionaban tan notablemente al auditorio al referirse a cosas imaginarias, mientras que los ministros del Evangelio impresionaban tan poco al suyo hablándoles de cosas reales. "Con todo el respeto debido a vuestra eminencia -contestó el actor-, permitidme deciros que la razón es sencilla: Es el poder del entusiasmo. Nosotros hablamos en el escenario de cosas imaginarias como si fueran reales, y vosotros en el púlpito habláis de cosas reales como si fuesen imaginarias".

El maestro trata en su trabajo con cosas reales, y debería hablar de ellas con toda la fuerza y el entusiasmo que puedan inspirar el conocimiento de su realidad e importancia.

Todo maestro debería cuidar que su trabajo tenga resultados definidos. Antes de intentar enseñar una materia, debería tener en mente un plan bien 234 definido, y saber qué se propone hacer. No debería descansar satisfecho después de la presentación de un tema hasta que el alumno comprenda el principio que encierra, descubra su verdad y pueda expresar claramente lo que ha aprendido.

Mientras se tenga en vista el gran propósito de la educación, debería animarse a los jóvenes a avanzar hasta donde le permitan sus aptitudes. Pero antes de iniciarse en los ramos superiores de estudio, deberían dominar los inferiores. Con demasiada frecuencia se descuida esto. Hasta entre los estudiantes de los colegios superiores se nota gran deficiencia en el conocimiento de los ramos comunes de la educación. 

Muchos estudiantes dedican el tiempo al estudio de las matemáticas superiores cuando son incapaces de llevar cuentas sencillas.  

Muchos estudian declamación para ser oradores elegantes, cuando ni siquiera saben leer de manera inteligible e impresionante.

 Muchos que han terminado sus estudios de retórica no saben redactar una simple carta y cometen faltas de ortografía.

El conocimiento cabal de los elementos esenciales de la educación debería ser no sólo condición indispensable para ser admitido en un curso superior, sino la pauta permanente para determinar si se progresa o no.

En todo aspecto de la educación debe haber fines más importantes que los que se logran mediante el mero conocimiento técnico. Tómese, por ejemplo, el caso del lenguaje. Es de mayor importancia la capacidad de escribir y hablar la lengua propia con facilidad y exactitud, que aprender idiomas extranjeros, vivos o muertos. Pero ninguna educación lograda por medio del conocimiento de las reglas gramaticales puede compararse en importancia con el estudio del idioma desde un punto de vista superior. A este estudio están ligadas, en extenso grado, la felicidad o la desgracia de la vida. 235

 El principal requisito del lenguaje es que sea puro, bondadoso y veraz: "La expresión externa de una gracia interior".

Dios dice: "Todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad". *Fil. 4:8. Y si éstos son los pensamientos, así será el lenguaje también.

La mejor escuela para la enseñanza del idioma es el hogar, pero puesto que su obra se descuida con tanta frecuencia, le toca al maestro ayudar a los alumnos a adquirir buenos hábitos de expresión.

El maestro puede hacer mucho para combatir ese mal hábito, maldición de la comunidad, el vecindario y el hogar- el hábito de calumniar, contar chismes y criticar sin misericordia. No se deberían escatimar los esfuerzos con este fin.  Incúlquese en los alumnos la idea de que este hábito revela falta de cultura, refinamiento y verdadera bondad de corazón; incapacita a la persona, tanto para la sociedad de los verdaderamente cultos y refinados de: este mundo, como para la relación con los santos en el cielo.

Nos horrorizamos al pensar en el caníbal que come con deleite la carne aún caliente y temblorosa de su víctima, pero, ¿son los resultados de esta costumbre más terribles que la agonía y la ruina causadas por el hábito de tergiversar los motivos, manchar la reputación y disecar el carácter?  

Aprendan los niños y también los jóvenes lo que Dios dice acerca de estas cosas: "La muerte y la vida están en poder de la lengua". *Prov. 18:21.

En la Escritura los calumniadores aparecen junto a los "aborrecedores de Dios"; los "inventores de males", con los que son "sin afecto natural, sin  236 misericordia", "llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades". Es "juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte". *Rom. 1:30, 31, 29; 32.

Dios considera ciudadano de Sión a aquel que "habla verdad en su corazón"; "el que no calumnia con su lengua", "ni admite reproche alguno contra su vecino". *Salm. 15:2,3.

La Palabra de Dios condena también el uso de frases insensatas e interjecciones rayanas en la irreverencia. Condena los cumplidos engañosos, los subterfugios, las exageraciones, las tergiversaciones empleadas en los negocios, corrientes también en la vida social y en el mundo comercial.

 "Pero sea vuestra hablar: sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede". *Mt. 5:37. "Como el que enloquece, y echa llamas y saetas y muerte, tal es el hombre que engaña a su amigo, y dice: Ciertamente lo hice por broma". *Prov. 26:18,19.

Íntimamente ligada a la chismografía está la insinuación velada, la disimulada indirecta por medio de la cual el corazón impuro trata de sugerir el mal que no se atreve a expresar abiertamente. Se debería enseñar a los jóvenes a evitar todo lo que se parezca a esta mala costumbre, tal como evitarían la lepra.

Tal vez en el uso del lenguaje no haya error que ancianos y jóvenes estén más dispuestos a justificar que las palabras apresuradas e impacientes. Creen que es suficiente excusa decir: "Estaba desprevenido y realmente no quise decir lo que dije". Pero la Palabra de Dios no trata esto con ligereza. La Escritura dice: "¿Has visto hombre ligero en sus palabras? Más esperanza hay del necio que de él". *Prov. 29:20. "Como ciudad derribada y sin muro es el hombre cuyo espíritu no tiene rienda". *Prov. 25:28.  237

En un momento, una lengua precipitada, apasionada y descuidada, puede hacer un daño que el arrepentimiento de toda una vida no podría deshacer. ¡Cuántos corazones quebrantados, amigos separados, vidas arruinadas por las palabras ásperas y apresuradas de los que deberían haber prestado ayuda y consuelo! "Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; más la lengua de los sabios es medicina". *Prov. 12:18. 

Una de las características que se deberían fomentar y cultivar en todo niño es ese olvido de sí mismo que imparte a la vida una gracia espontánea. De todas las excelencias del carácter, ésta es una de las más hermosas, y para toda verdadera vocación es uno de los requisitos más esenciales. 

Los niños necesitan aprecio, simpatía, y estímulo, pero se debería evitar que se desarrolle en ellos el amor a la alabanza. No es prudente prestarles una consideración especial ni repetir delante de ellos sus agudezas y ocurrencias. El padre o el maestro que tienen presente el verdadero ideal de carácter y las posibilidades de éxito, no pueden fomentar ni estimular el engreimiento. No alentarán en los jóvenes el deseo o el empeño de exhibir su habilidad o su pericia. El que mira más allá de sí, será humilde, y, sin embargo, poseerá una dignidad que lo capacitará para no sentirse disminuido ni desconcertado ante el fausto exterior o la grandeza humana.

Las virtudes que adornan el carácter no se desarrollan por la aplicación de leyes o reglas arbitrarias, sino como resultado de morar en la atmósfera de lo puro, lo noble y lo verdadero. Y dondequiera haya pureza de corazón y nobleza de carácter, se revelarán en la acción y la palabra. "El que ama la limpieza de corazón, por la gracia de sus labios tendrá la amistad del rey". *Prov. 22:11. 238

Lo que ocurre con el lenguaje sucede con cualquier otro motivo de estudio.  Debe ser dirigido de modo que tienda al fortalecimiento y la edificación del carácter. A ningún ramo de estudio se puede aplicar esto en tan extenso grado como a la historia. Considéresela desde el punto de vista divino.

Según se la enseña con demasiada frecuencia, la historia es poco más que un informe acerca de la ascensión y la caída de los reyes; de las intrigas palaciegas, las victorias y derrotas de ejércitos: Una historia de la ambición y la avaricia, el engaño, la crueldad y el derramamiento de sangre. Si se la enseña así, necesariamente sus resultados serán perjudiciales. La repetición dolorosa de crímenes y atrocidades, las enormidades y las crueldades descritas, siembran semillas que en muchas vidas dan como fruto una cosecha de mal.

Mucho mejor es aprender, a la luz de la Palabra de Dios, las causas que condicionan el surgimiento y la caída de los reinos. El joven debería estudiar estos relatos y notar cómo en la verdadera prosperidad de las naciones ha tenido que ver la aceptación de los principios divinos. Debería estudiar la historia de los grandes movimientos de reforma, y notar cuán a menudo sus principios -aunque despreciados y odiados, y aunque sus defensores fueron llevados a la cárcel y al cadalso-, han triunfado mediante esos mismos sacrificios.

Semejante estudio dará perspectivas amplias y abarcantes a la vida. Ayudará a los jóvenes a comprender algo de su interrelación y su interdependencia con los demás, de la forma maravillosa como estamos ligados en la gran fraternidad de la sociedad y las naciones, y en cuán amplia medida la opresión o degradación de un miembro significa pérdida para todos.

Al enseñar matemáticas, se lo debiera hacer en forma práctica. Se debería enseñar a todo joven y 239 a todo niño no solamente a resolver problemas imaginarios, sino a llevar cuenta exacta de sus propios ingresos y gastos.  Aprenda, usándolo, el debido uso del dinero. 

Enséñese a los niños y niñas a elegir y comprar su ropa, sus libros y otras cosas, ya sea que los paguen sus padres o ellos mismos con sus propias ganancias; y si llevan cuenta de sus gastos aprenderán, como no lo lograrían de otro modo, a valorar y usar el dinero. 

Este tipo de educación les enseñará a distinguir la diferencia que existe entre la verdadera economía y la mezquindad por un lado, y el despilfarro por el otro. 

Debidamente dirigida, fomentará hábitos de generosidad. Ayudará a los jóvenes a aprender a dar, no por el mero impulso del momento cuando se conmueven sus sentimientos, sino regular y sistemáticamente.  

De este modo, todo ramo de estudio puede llegar a ayudar en la solución del mayor de los problemas: La educación de hombres y mujeres para que asuman mejor las responsabilidades de la vida. 240 (La Educación de Elena G de White)